Saturday, February 15, 2014

Cómo promover la inteligencia emocional en tus hijos/as y los que te rodean

La importancia de desarrollar niños/as emocionalmente inteligentes
Es bien importante promover la inteligencia emocional en nuestros niños, ya que esto les permite crecer con seguridad, sensibilidad ante la vida y conocerse ellos mismos.   Muchas veces llamamos inteligencia a esa persona que tiene una capacidad intelectual superior a la de los demás, pero dejamos a un lado lo que es la inteligencia emocional.  Hay muchas personas que desconocen este término, por tanto es importante que la definamos.  La inteligencia emocional es aquella persona que tiene la habilidad de reconocer sus propios sentimientos, por lo cual al reconocerlos los puede manejar de manera adecuada.  Son personas seguras de sí mismas y están seguros de lo que quieren.  Es aquella que se desarrolla con una autoestima saludable.  Las personas con un alto nivel de inteligencia emocional tienden a ser líderes entre sus grupos sociales, son personas motivacionales entre los demás y ellos mismos, tienden a tener un buen humor, a reconocer sus errores y aceptar sus virtudes (Goleman, 1999).
Actualmente los educadores  y los padres/madres se enfocan en enseñarles a los niños destrezas académicas, como por ejemplo: sumar, restar, leer, escribir, reglas gramaticales, etc.  En ocasiones no se dan cuenta que muchos de estos niños crecen con complejos que lo traen de sus problemas familiares o del entorno donde se rodean, en los cuales no se les enseña cómo lidiar con ellos.  Claro, es importante que nos enseñen todas esas cosas, pero a su vez se debe integrar otras técnicas cognoscitivas, para lidiar con este mundo lleno de problemas sociales.  Se nos enseña a resolver un problema matemático, pero no se nos enseña a cómo evitar peleas y discusiones con los demás.  A continuación les mostraré como promover la inteligencia emocional a nuestros niños/as e incluso a quienes nos rodea.  Goleman fue el primero que escribe un libro sobre la inteligencia emocional.  Para Goleman existen cinco aspectos de la inteligencia emocional.  Estos son los siguientes:
1.      Conocer las propias emociones: Es importante conocer nuestras emociones, para así comprendernos a nosotros mismos.  Es importante conocernos, ya que esto nos ayudará a reconocer cuales son nuestros límites.
ü  Para que nuestros niños/as aprendan a reconocer sus emociones, es importante permitirles que se sientan molestos, cuando lo estén o triste y no reprimirles ese sentimiento.  Se les debe proveer un espacio en el cual, se puedan sentir cómodos de expresar sus sentimientos.  Como su cuarto, ir al patio, el baño, etc.  Cuando son niños/as pequeños de 3-5 años, debemos enseñarles que significa estar triste, enojado, feliz para que vayan comenzando a identificar sus emociones.  Esto lo puede hacer mostrándole imágenes que identifiquen esos sentimientos.  Cuando ya son adolescentes, es una etapa bien sensible y es importante que dentro de lo aceptable (me refiero con aceptable, que no excedan sus comportamientos a unos agresivos o extremos) dejar que expresen sus sentimientos y brindarles su espacio, cuando lo necesiten.  Debemos estar abiertos al dialogo cuando estos estén más calmados, para comprender porque están así y ayudarles o explicarles en lo que entendamos que sea necesario. 
2.      Manejar las emociones: Debemos saber cómo manejar nuestras emociones porque si no es así estaremos constantemente siendo controlados por nuestros impulsos. 
ü  Para manejar las emociones, debemos enseñarles algunas técnicas para controlarse.  Algunas pueden ser respirar profundo y exhalar, dar una vuelta por el patio, tomar aire fresco, ir a su cuarto, para que tenga su espacio, meditar, entre otras cosas.
3.      La motivación intrínseca: Con esta habilidad podemos tener una automotivación de metas a largo plazo.  Esto nos mantendrá con un objetivo fijo y con una mente enfocada en lo que deseamos lograr.
ü  En este punto es importante que los papás les brinden metas a sus niños/as o jóvenes que ellos puedan alcanzar.  Por ejemplo,  que si sacan buenas notas al final del mes, se les va a llevar a comer mantecados o hacer alguna actividad que usted sabe que le gusta.  Apuntarlo en alguna actividad de su interés, como soccer, baile, surf, clases de música, etc.  También pueden ser metas en el hogar, como recoger la cama todas las mañanas o aportar en alguna tarea del hogar, pero para que ellos estén motivados es importante que se les elogie cuando termine de hacer la tarea y puede ser que a fin de mes, si cumple con la tarea se puede ganar un premio.  De esta manera sus niños/as, podrán adquirir otras destrezas cómo autosuficiencia, responsabilidad y aportación, que les será de provecho a medida que vayan creciendo.
4.      Reconocer las emociones en los demás: Esta habilidad es importante porque el ser humano es diverso, debemos reconocer cuando una persona esta triste, enojada, feliz, etc.  Con esto podemos identificar problemas y ayudar a los demás en lo que podamos. 
ü  El enseñarles a reconocer las emociones en los demás no sólo les permite reconocer cuando una persona esta triste, enojada, o feliz, también les permitirá reconocer si se encuentran en peligro o en confianza con una persona.  Reconocer las emociones en los demás, les brinda sensibilidad con el prójimo, fomenta que puedan identificar si pueden ayudar a una persona o si es momento de alejarse de ella.
5.      Manejar las relaciones: Es la habilidad de socializar con los demás, la eficacia interpersonal, buen manejo de los grupos y popularidad.  Son uno de los últimos aspectos de la inteligencia emocional.
ü  Debemos enseñarles a los niños/as a compartir con los demás, a jugar en equipo, etc.  Se preguntarán ¿cómo?, pues simplemente con que comparta sus juguetes con otro par, cuando vea que tienen conflictos enseñarles a cómo solucionarlos para que puedan seguir jugando si ningún problema, si tiene algún dulce, le puede pedir uno.  Una clave es exponerlo a jugar con otros niños/as, para que vaya desarrollando estas destrezas.  De esta manera le daremos seguridad, de que puede compartir con otros amiguitos o familiares sin problema e ir llevándolo a que tenga un buen manejo de ello. 
En lo personal todas esas destrezas son sumamente importantes, pero debo añadir algunos puntos. 
·       Muchos padres o madres tienden a etiquetar a sus hijos y las personas en general cómo un niño/a “travieso, tremendo, inquieto, tranquilo, inteligente, malo, bueno”. El problema comienza cuando se les dice estas palabras enfrente del niño/a, ya que esto comienza a etiquetarlo y aunque en general el niño no lo sea, se lo va creyendo y puede fomentar malas conductas. Una manera de contrarestar esto, puedo ser expresando las conductas positivas del niño/a.  Un ejemplo, "que bien te portaste en la escuela".
·         No se debe hablar mal del niña/o enfrente de otras personas.  Si tiene algún problema comuníqueselo en privado y no le haga pasar el bochorno de quejarse de él o ella ante otras personas.  Esto le puede provocar inseguridad, molestia, incluso tristeza. 
·         No se les debe ridiculizar enfrente de los demás.  Un ejemplo común puede ser “mira lo que me dijo Juan, que le gusta la nena de al frente” o “Todavía Fabiola, se chupa el dedo, ya no sé qué hacer”.  No hay necesidad de hacer esos comentarios, si necesita compartirlo con alguien, es preferible que lo haga en privado que el niño/as no lo escuche y asegúrese que esa persona no lo vaya a decir a otras personas o al mismo niño/a. 
·         NUNCA, se le puede comparar con ningún otro niño/a y mucho menos con algún hermanito/a. En especial hacer referencias sobre sus capacidades.  Cada niño/as es un mundo diferente y no sería justo hacer comparaciones sobre sus capacidades intelectuales, de socialización o de capacidades motoras o físicas.

Muchos padres que vivieron con carencias materiales y de afecto quisieron darles todo a sus hijos para que no sufrieran lo mismo y estos son los jóvenes que hoy patalean y pelean cuando no se les compra o complace en todo lo que desean.  Estos jóvenes no han desarrollado la inteligencia emocional pues relacionan amor con lo material.
Así que finalmente no solo para triunfar en la vida se necesita inteligencia intelectual, si no que influye más la inteligencia emocional a la hora de actuar.  Esta inteligencia cubre distintos aspectos, desde los sociales hasta los más personales como lo es la supervivencia.  Debemos promover la educación de la inteligencia emocional para así formar personas seguras de sí mismas y que se puedan desenvolver con las vicisitudes que nos trae este mundo.
Referencias
Goleman, Daniel (1999).  La Práctica de la inteligencia emocional (Primera Edición) Editorial Kairós


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